Así rescataron a médico secuestrado en la col. Lindavista GAM

“ ¡Somos Policía de Investigación, jefe… bienvenido a la libertad, bienvenido a la libertad!”, la voz era de un elemento de la Fuerza Antisecuestros de la Ciudad de México, y le hablaba a un médico originario de España, que llevaba dos días cautivo en una casa de seguridad en el Estado de México.

Los ojos azules de aquel hombre iban de un lado a otro como tratado de observar a cada una de las personas que estaban frente a él. Una decena de individuos vestidos de negro y encapuchadas lo rodeaban.

Al médico lo habían secuestrado tres sujetos en la alcaldía Gustavo A Madero, y lo mantenían encerrado en aquel domicilio. Los agentes lo hallaron tirado en el piso de una de las habitaciones que fue cerrada con candados. Estaba atado de pies y manos, y con el rostro enredado con vendas.

Fue el martes por la mañana, cuando los plagiarios se lo llevaron. El hombre, es un médico oftalmólogo al que “cazaron” cuando salía de su domicilio en Lindavista. Los sujetos lo bajaron de su auto, lo golpearon y se lo llevaron.

De esta zona de la ciudad se lo llevaron al municipio de Temamantla, en el Estado de México. Ahí, los plagiarios entraron a una casa con paredes de tabique, pasaron un jardín y lo metieron en una de las habitaciones.

En ese lugar lo ataron de pies y manos, con cables de luz, y le enredaron el rostro con una venda para que no pudiera ver.

En el piso le echaron una cobija y una almohada para que ahí permaneciera.

Una silla de plástico estaba en el interior de aquel cuarto, era el lugar en el que se sentaba alguno de los plagiarios para vigilarlo en todo momento, Mientras, el hombre era golpeado, amenazado y vejado, un sujeto llamó a su familia. Exigía 5 millones de pesos, o de lo contrario lo asesinarían.

La familia del doctor se acercó con las autoridades de la Fuerza Antisecuestros.

Elementos de la Policía de Investigación comenzaron de inmediato a indagar el caso y a buscar a los plagiarios.

A día siguiente, los investigadores tenían ya identificados los autos que participaron en el plagio. Conocían la ruta que habían tomado y el lugar en donde posiblemente se encontraban.

Con todos estos datos fueron a buscar el lugar. Y lo hallaron ayer por la madrugada.

Los agentes hicieron una revisión de la zona, ubicaron los puntos para poder entrar, analizaron las posibilidades de realizar una incursión, y lo comunicaron a sus mandos.

El jefe de la Policía de Investigación (PDI) Omar García Harfuch y el Fiscal antisecuestro, César Oliveros Aparicio, organizaron el operativo y ordenaron ejecutarlo. Ayer por la mañana una célula de agentes antisecuestros y una más del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) llegaron hasta el domicilio.

Una patrulla de la policía municipal estaba en la esquina de la casa. Apenas los vieron llegar, se fueron de ahí.

Mientras, un grupo de agentes rodeó la casa, otro echo la puerta abajo. En uso segundos ya estaban adentro del lugar.

“¡Tírate al piso, tírate!”, gritaban los agentes a dos de los plagiarios que encontraron dentro de la casa, mientras le apuntaban con las armas.

Después llegaron al cuarto donde estaba él. A golpes rompieron el candado para poder entrar ahí.

Apenas lo hicieron encontraron al médico en el piso.

“¡Somos Policía de Investigación, jefe… bienvenido a la libertad, bienvenido a la libertad!”, le dijeron. El hombre, estaba libre.