Héctor, asesinado el pasado martes, fue despedido por su madre, familiares y compañeros de la UACM, quienes lamentaron su muerte.
Esta tarde, familiares y amigos dieron el último adiós a Héctor, uno de los estudiantes de la UACM asesinados el pasado martes y hermano de Sergio, el joven que aún se debate entre la vida y la muerte.
Con reclamos de justicia y llanto, alrededor de 100 personas despidieron a Héctor Sarmiento, quien recibió un disparo en la cabeza en un presunto intento de asalto, cuando convivía con sus compañeros en la Colonia Arbolillo, Delegación Gustavo A. Madero.
«Él no debería estar aquí ¿Por qué tuviste que ser tú? A los que deberían enterrar es a los que lo mataron», con gritos de dolor expresó su madre, Adela Sarmiento, mientras se aferraba al féretro.
Estudiantes de la carrera de Ciencias Políticas en la UACM, lamentaron la muerte se su compañero, a quien describían como una persona alegre, feliz y estudiosa.
A su vez, amigos de la familia destacaron los bajos ingresos de la señora Adela, quien como madre soltera, se sentía orgullosa de saber que sus hijos serían profesionistas.
«Autonomía, educación y libertad, autonomía, educación y libertad, en lucha, en lucha, la autónoma de la Ciudad», fue la porra estudiantil con la que cerraron su nicho.
Minutos antes del entierro de su hijo Héctor, quien falleció durante la balacera, Adela Sarmiento comentó que Sergio aún está hospitalizado en terapia intensiva y su estado de salud es grave.
“Necesita una operación pero aún no tenemos una fecha. Yo sí les pido que nos apoyen porque nosotros somos pobres y necesitamos que atiendan a mi hijo”, indicó la madre.
La versión de que Sergio había muerto durante la madrugada como aseguraron en la UACM y el Consejo Estudiantil de la misma universidad fue difundida a través de su portal oficial.
Sin embargo, Adela Sarmiento aclaró que la institución académica no ha tenido un acercamiento con su familia desde el atentado y rehusó la versión de que sus hijos consumían drogas como se difundió.
“Eso es mentira porque yo he estado siempre con ellos; yo reviso sus mochilas y sus cuartos pero jamás se drogaron”.