Hace unos días la ciencia ha sembrado una gran polémica, esto después de demostrar que los niños heredan la inteligencia de las madres. Obviamente muchas personas han dicho que esto es una mentira o que hay alguna trampa, otras directamente les da lo mismo y otras no pueden creerlo.
De cualquier forma, debo decir que si los padres se llevan el crédito por la réplica de los rasgos faciales, pero la inteligencia ya pasa a ser un mérito nuestro, exclusivo de las madres. Esto ha sido comprobado por varios investigadores, ellos comprobaron que las mujeres transmiten genes relacionados con la inteligencia mediante los “Genes condicionados”, los cuales tienen etiqueta bioquímica que rastrea su origen, si provienen de la madre funcionan y si provienen del padre se silencian.
El legado materno
Desde siempre se ha sabido que la inteligencia es hereditaria, pero como siempre los profesionales están investigando, esta vez descubrieron que los pequeños heredan la inteligencia materna pues estos genes se encuentran en el cromosoma X, el cual es aportado por las mujeres, las madres.
La Universidad de Cambridge es el lugar en donde se realizó la investigación, allí fue que vieron que los genes maternos contribuyen al desarrollo de los centros de pensamiento del cerebro. Eso no es todo, también sostienen que las niñas tienen más probabilidades de heredar la inteligencia de la madre pues heredan dos cromosomas X y los niños sólo uno.
Dentro del mismo estudio descubrieron que los genes paternos se acumulan en las regiones del cerebro emocional y estas forman parte del sistema límbico, el cual se encarga de garantizar la supervivencia, esto apela a funciones como el sexo, agresividad y alimentación.
Sin embargo, ninguna célula paterna se encuentra en la corteza cerebral, el cual es el lugar donde se desarrollan las funciones cognitivas como la inteligencia, la planificación, el lenguaje y otras más.
La inteligencia debe trabajarse
Obviamente la inteligencia se hereda de la madre, pero también debe trabajarse y para ello se requiere de estimulación. Aquí es donde las madres nos llevamos otro mérito más pues normalmente, no siempre, somos las que estimulan a los pequeños a desarrollarla.
Es más se dice que un pilar de la inteligencia radica en la alimentación y desde el momento en que le damos pequeño a nuestro bebé es cuando comenzamos a nutrirlo y a estrechar un lazo único. De esto es que se forma la teoría de que los niños que son amamantados por más tiempo son más inteligentes.
De cualquier forma, como te dije la inteligencia debe trabajarse, puede tener todos los genes, pero si no estudia, no se prepara y recibe la estimulación necesaria, no servirán de nada esos genes.