Madre es fotografiada en el baño, el detalle en la foto, explota las redes.

Muchas mujeres sueñan con el día en que por fin se conviertan en madre, aunque por un lado es un suceso sumamente hermoso.

Es un acontecimiento que puede aterrar a la que sea pues antes y después surgen un sinfín de cuestionamientos, dudas y temores.

Cuando por fin recibes la maravillosa noticia de saber que dentro de tu vientre llevas un ser que es mitad tú y mitad la persona que amas, empiezas a preguntarte cómo deseas que sea tu parto y en donde, entre otras preguntas sobre todo si se es madre primeriza.

Marissa Heckel tuvo la fortuna de vivirlo en carne propia y como la mayoría de las mujeres, su elección fue tenerlo en el hospital. Lamentablemente las cosas no ocurrieron como ella las había planeado, hubo una serie de complicaciones que la llevaron a tomar la decisión de que su segundo hijo lo tendría en casa únicamente con la ayuda de una ¨partera¨ y su esposo.

Esta madre tuvo la dicha de volver a quedar embarazada y como lo había decidido anteriormente, su parto fue en casa.

Posteriormente compartió en su cuenta de Facebook:

¨Hace tres años tuve a mi primera hija en el hospital, tomé la decisión de que fuera sin anestesia, debo confesar que fue una experiencia terrible, un ambiente demasiado estresante y las críticas por mi decisión llovían por doquier. Así que tomé la decisión de que cuando volviera a embarazarme, el parto sería en casa con la ayuda de una ¨partera¨ y de mi esposo, únicamente.

Han pasado cinco días desde que di a luz a mi segundo hijo sin ayuda alguna pero siempre con el apoyo de mi esposo quien respetó mi decisión de dar a luz en nuestro hogar sin presión o estrés alguno. Aunque es hijo de ambos, es mi cuerpo. Además, lo hablamos y decidimos que nos acompañara una partera, realmente no quería y no necesitaba que alguien estuviera estresándome respecto a lo que era mejor o no para mí y nuestro bebé. Si piensan que la economía era un problema, están en un total error.

Cuando decidí tener a nuestra primera hija sin anestesia fue como una prueba para demostrar la gran creación de Dios al hacer capaces nuestros cuerpos de dar a luz sin ayuda de nadie, pues si bien antes los hospitales no eran habituales.

Nuevamente decidí el mismo procedimiento con mi segundo hijo pero ahora en la comodidad de mi hogar. Lo he tenido en el cuarto de baño después de tener por 36 horas dolores. El mismo tiempo que duró el parto de mi hija pero una experiencia totalmente distinta. Con fuertes dolores busqué comodidad en la ducha y la bañera pero no fue de gran ayuda, después decidí permanecer un par de minutos apoyada en la pared para calmar un poco el dolor. Sabía que este sólo sería temporal.

Muy temprano inició todo el proceso y sinceramente no puedo recordar cuánto tiempo duró exactamente. Cuando no podía más con las contracciones, mi esposo no se separó ni un solo segundo de mi lado, siempre estuvo ahí sosteniendo mi mano, hasta cierto punto fue un momento muy romántico, aunque eran extraños mis gritos de dolor en ese especial momento.

La fuente se me rompió cuando estaba en la cama y a la hora de empujar no lo sentí tan ¨natural¨ así que le pedí a mi esposo que me acompañara al baño para empujar, me senté en el inodoro y deje que mi cuerpo actuara por sí solo. Confié.

Me dio gracia ver la cara de preocupación de mi esposo de que fuese a empujar demasiado fuerte y de que el bebé saliera y se cayera dentro del inodoro. Le aseguré que podría sentir su cabeza. Estaba coronando y finalmente mi esposo pudo observar su cabecita, así que le pedí que me ayudara a levantarme, decidida a dar a luz de pie, algo que a él le pareció una locura pero aun así me ayudó.

Me apoyé en el toallero y permití a mi cuerpo hacer el último empujón y por fin conocimos a nuestro segundo amor. Mi esposo estaba a mi lado impactado por todo pero rápidamente sacó una foto.

Ha sido la experiencia más maravillosa, en verdad, nunca me había sentido tan realizada en mi vida. El cuerpo de la mujer es verdaderamente maravilloso. Después de 20 minutos la placenta salió por si sola. Nuestro bebé pesó 4 kg 300 g y midió 56 cm, más de lo normal pero no esperaba menos si mi esposo mide 2 m.

Nunca pienses que no eres capaz o que no puedes realizar algo porque ¡TU PUEDES! Deja el temor de lado que nuestro cuerpo fue creado para eso. Dar a luz definitivamente es lo más bello que nos puede pasar. Estoy orgullosa de haberlo logrado y si tengo un tercer hijo, no me queda la menor duda de que el procedimiento será igual. ¡Ánimo mujeres, ustedes son maravillosas y pueden!

Después de esta publicación, la red ardió en comentarios, más positivos que negativos pues la mayoría halagó a esta mamá por su fuerza y valentía, definitivamente muchas no nos atreveríamos a hacer lo que ella hizo pero ha demostrado ser una mujer bastante fuerte y determinante.

¿Qué opinas acerca de la decisión que tomó Marissa? ¿Te atreverías a hacer lo mismo que ella? Comparte con tus amigos.