La historia de Óscar y su hija, los migrantes que murieron en el río Bravo

Un migrante salvadoreño y su hija de casi dos años murieron ahogados al tratar de cruzar el Río Bravo a la altura de Matamoros, Tamaulipas, en su camino hacia Estados Unidos.

Sus cuerpos fueron hallados este lunes, de acuerdo con el expediente judicial.
Óscar Martínez Ramírez, de 25 años, trabajaba como cocinero en una pizzería, en El Salvador. El joven migrante colocó a su hija Valeria por dentro de su camiseta para intentar atravesar el río, pero los dos se hundieron ante la mirada de Vanesa, la madre de la niña, antes de llegar al lado estadounidense. La imagen de sus cuerpos, encontrados boca abajo, conmocionó al mundo.

La familia había llegado a Tapachula, Chiapas, la semana pasada. El domingo por la tarde decidieron cruzar a Estados Unidos, según el expediente.
La mujer, de 21 años, también trató de pasar el afluente acompañada por otro amigo de la familia, pero ambos desistieron y regresaron al lado mexicano. El agotado padre y la niña se hundieron en el fuerte caudal del río antes de llegar a la orilla estadounidense, según narró Vanesa a la autoridades.

Renuncia al sueño
De acuerdo con lo que declaró la madre de Óscar, Rosa María Ramírez, al diario ElSalvador.com, ella le pidió a su hijo que dejara de perseguir sus sueños.

Yo le dije que dejara de perseguir el sueño americano, que no era fácil cruzar la frontera por el río. Óscar se me murió». Rosa María Ramírez, mamá de Óscar

Vanesa y Óscar salieron de la zona de Altavista, en el sur de San Salvador. Su plan era encontrarse con varios de sus familiares que viven en Dallas, Texas, quienes les habían dicho que encontrarían empleo en la ciudad.

Óscar, Vanesa y la niña llegaron a la orilla del Río Bravo. Primero pasó él con la niña en los brazos; tras nadar un poco, alcanzó la orilla estadounidense y la dejó ahí. Regresó para ayudar a su esposa a cruzar, pero cuando iba a mitad del caudal, la niña se había metido en el agua para seguirlo. Él regreso para protegerla, pero la corriente se los llevó a ambos.

Su intención de cruzar a la ciudad de Brownsville, en Texas, se frustró.

La presión de EU
El endurecimiento de la política migratoria mexicana fue producto de la presión de Estados Unidos.

A finales de mayo, Trump amenazó con imponer aranceles a las exportaciones de México si el gobierno mexicano no frenaba el flujo de indocumentados.

El 7 de junio, ambos países alcanzaron un acuerdo para suspender la aplicación de esos gravámenes que estaban fijados para el día 10. Estados Unidos le dio a México 45 días para tomar medidas contundentes.

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