
Ciudad de México
Un par de hermanos comerciantes de la zona del Centro Histórico fueron secuestrados en la alcaldía Gustavo A Madero, Aidé y su hermano Luis Arturo H no tenían grandes ingresos, aun así, un grupo de sujetos se los llevaron, los torturaron y asesinaron. Al final los dejaron envueltos en cobijas, dentro de la cajuela de un auto abandonado al norte de la ciudad.
A ella la torturaron. A él lo asfixiaron. Los dos tenían disparos en el cuerpo. Este crimen quedó registrado en el expediente CI-FIEDH/2/UI-2 C/D/0053/06-2020 que abrió la Fiscalía de Justicia.
Reportes de las autoridades indican que todo comenzó el viernes pasado. Aidé, de 31 años, y Luis Arturo, de 27, estaban en su domicilio en la Unidad Habitacional Quiroga, en la Gustavo A Madero.
En ese lugar, se sabe, pelea el grupo delictivo de La Unión por controlar el cobro de extorsiones, de departamentos despojados y de venta de drogas.
Hasta ahí llegó un grupo de sujetos. Iban armados y en un automóvil. Amenazaron a los hermanos y se los llevaron en su propio vehículo, un Chevrolet tipo Cruze negro.
Al poco tiempo su familia comenzó a buscarlos. Acudieron a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad (FGJCDMX) para reportar su desaparición.
Durante todo el sábado no hubo ninguna noticia de ellos. Sin embargo, el domingo, alguien llamó por teléfono a la familia de Aidé y Luis Arturo.
Quien hablaba, aseguraba tenerlos secuestrados. Y exigía el pago de un rescate para no asesinarlos. Luego de insultos y amenazas, acordaron la entrega de 30 mil pesos y un auto, por su liberación.
Pero la realidad es que, para ese momento, Aidé y Luis Arturo ya se encontraban sin vida, no muy lejos de ahí. En el Pueblo de San Juan de Aragón, en la misma alcaldía, estaba su auto abandonado.
Vecinos de la zona aseguraron que la madrugada del sábado, entre las 3:00 y las 5:00 de la mañana, alguien dejó abandonado el Chevrolet Cruze en la calle Morelos, frente a la casa número 29.
Lo dejaron cerrado y bien estacionado sin estorbar ninguna entrada, por lo que nadie le puso mayor atención.
Dentro de la cajuela del auto estaban los cuerpos de los hermanos.
Según el reporte pericial, Aidé tenía tres impactos de bala en el cuello. Además, presentaba huellas de tortura sexual. Luis Arturo tenía señales de asfixia, y cuatro tiros en el pecho.
El domingo por la tarde, los vecinos de la zona llamaron a la policía, pues del auto emanaba un mal olor. Cuando llegaron los agentes y lo abrieron, supieron que eran restos humanos.
Descubrieron que se trataba de un hombre y una mujer. Horas después, su familia se presentó para identificarlos. Ahí confirmaron que aquellos dos cuerpos eran de Aidé y Luis Arturo.
Las autoridades suponen que quien llamó para pedirles el rescate, era parte del mismo grupo que se los llevó, pero sólo buscaba robarles, pues ya los habían asesinado.
Las indagatorias para dar con los asesinos de este par de hermanos comerciantes continúan.