Sin fiestas de 15 años y de bodas los locatarios de la Lagunilla han sido afectados.

Ciudad de México

“Los eventos sociales, bodas, fiestas y quince años son nuestra principal fuente de ingreso”, comenta Gonzalo, quien lleva mas de 60 años como locatario en el mercado de la lagunilla, “jamás había visto una crisis similar, es muy difícil realizar una venta”

Gonzalo ha optado en rebajar los precios de sus trajes, conjuntos que están destinados a chambelanes, al novio y padrinos. Tuvieron un costo de entre los mil 500 pesos hasta los 2 mil pesos; ahora los oferta en 900 pesos.

Los pasillos del mercado se encuentran prácticamente vacíos; en las vitrinas y los aparadores se ven los precios de oferta. Al igual que Gonzalo, otros locatarios tienen mercancía apartada desde que inicio la pandemia; sin embargo, son varios los clientes que no han podido liquidar sus compras. Lo mismo novias que quinceañeras.

Este famoso mercado no dio servicio por más de tres meses debido a la pandemia. Para muchos es el cierre de sus negocios.

“Desde la reapertura las cosas han ido de mal en peor, no hay ventas y los clientes cada vez son menos, hemos recurrido a las rebajas, pero aun así es muy difícil”, narra Mari mientras deja espectacular un vestido en el aparador que haría feliz a quinceañera.

“Antes de la pandemia, en una semana promedio llegábamos a vender hasta 10 vestidos, ahora si bien nos va vendemos dos”, señala.

Los ramos de novia, las crinolinas y demás accesorios para las novias y quinceañeras son escasos ya que varios locatarios consideran que son gastos innecesarios.

La falta de fiestas y eventos sociales es otro de los factores que afectan a todos dentro del mercado, pues como comenta Mari “es un mercado que vive de la fiesta”.

Para los locatarios acoplarse a esta nueva normalidad no ha sido una tarea fácil, no abren diario y deben acatar un horario específico. Deben tomar todas las medidas posibles para evitar propagar el virus y los clientes deben pasar por un filtro sanitario que les proporcionan gel antibacterial y les toma de temperatura.

Ante esto varios locatarios concuerdan en que las restricciones impuestas por las autoridades son una de las principales causas por las cuales las ventas han disminuido desde la reapertura. Varias de las entradas se encuentran cerradas por lo que las personas que transitan por la zona piensan que el mercado esta cerrado.

Sumándose a estas medidas inspectores de la alcaldía transitan por los pasillos del mercado, vigilando que las normas sanitarias se cumplan con rigor lo que ha generado diversos conflictos pues lejos de supervisar amenazan a los comerciantes con cerrar sus locales ante la mínima falta administrativa.