
Ciudad de México
La Ciudad de México es un lugar lleno de historias, desde la época de la conquista y posteriormente la época virreinal, diversas leyendas se cuentan de generación en generación, mismas que tuvieron lugar en lo que hoy son las calles, avenidas y callejones de esta gran metrópoli; si bien unas más conocidas que otras, todas son dignas de ser contadas.
Es así que la capital del país cuenta con un gran número de narraciones fantásticas que datan de hace cientos de años y que dotan de una atmósfera mística a las calles en las que miles de personas transitan diariamente sin conocer los hechos que allí acontecieron.
Para darte una idea de los misterios que envuelven al centro financiero y político del país te presentamos hoy unas de las leyendas más sonadas de la Ciudad de México:
La Casa de los Azulejos
Seguramente lo conoces y has pasado cientos de veces por ahí, actualmente es el recinto de una conocida cadena de tiendas departamentales y restaurantes, considerado como una de las mayores atracciones de la capital del país, lo que quizás desconoces es la historia detrás de ella pues no todos saben que hace muchos años, era la residencia de los Condes de Orizaba.
La leyenda que rodea al edificio cuenta que uno de los hijos del conde era un joven holgazán, que no trabajaba ni le interesaban los negocios de su padre, por lo que éste un día le dijo “Hijo mío, así nunca llegarás lejos, ni harás casa de azulejos”. Según se dice estas palabras calaron hondo en el joven quien recapacito y logró superar la fortuna de su padre, por lo que al restaurar su antigua y deteriorada casa decidió cubrirla de hermosos azulejos azules.
La Planchada
Esta leyenda surgió en el Hospital Juárez Centro y cuenta que una enfermera de nombre Eulalia trabajaba en dicho nosocomio, su vestimenta siempre era impecable y muy bien planchada, sin embargo, tras una decepción amorosa, Eulalia, en completa depresión, dejó de atender y prestar atención a sus pacientes, por lo que algunos de ellos murieron.
Con los años esta cuidadora enfermó y murió en el mismo hospital, siendo condenada, supuestamente, a vagar eternamente y cuidar de los pacientes en compensación por aquellos que descuido.
Desde entonces se cuenta que diversos pacientes agradecen a las enfermeras los cuidados cuando en realidad ellas no lo han hecho, cuando los pacientes describen a la enfermera coinciden en que era una mujer de cabello corto y con la ropa muy almidonada; inclusive las mismas enfermeras cuentan que cuando se llegan a quedar dormidas alguien las golpeaba para que sigan al cuidado de los enfermos.
La Calle de la Quemada
Una de las más importantes y conocidas leyendas de la ciudad es la de la Calle de la Quemada y aunque no se conoce su ubicación exacta, se dice que la calle Jesús María, ubicada en el Centro Histórico, es el lugar donde ocurrió trágica historia de amor.
Según se cuenta durante la época colonial, una bella joven que poseía belleza inigualable, por lo que muchos hombres pretendían ganarse su corazón; un día llegó a la ciudad un acaudalado marqués italiano que se enamoró perdidamente de ella, pero al ver que otros hombres también la pretendían enfermó de celos y decidió asesinarlos.
Al enterarse de esto la joven decidió prenderse fuego y de ese modo acabar con su belleza, se cuneta que a pesar de sus profundas quemaduras, la muchacha sobrevivió, pero las cicatrices que le quedaron eran tan espantosas que tuvo que usar un velo negro para cubrirlas por el resto de su vida. En la actualidad los habitantes de la zona cuentan que aún se pueden escuchar los gritos de dolor de “La Quemada”.